Dos de los seguros más populares y demandados entre la sociedad producen cierta confusión. No todo el mundo sabe diferenciar claramente en qué consiste un seguro médico y otro de vida. El motivo de dicha confusión, aunque no son comparables, se debe a que algunas coberturas se pueden incluir en ambas fórmulas.
Es en el entorno de las coberturas donde se va a poder determinar de manera más directa las diferencias entre un tipo de seguro y otro. El seguro de salud tiene previsto cubrir la asistencia sanitaria primaria de sus asociados, ya sea el uso del servicio de ambulancias como la medicina general, urgencias, especialidades, diagnóstico, medicina preventiva, hospitalización, y la asistencia personalizada e incluso las intervenciones quirúrgicas. También existe la opción de contratar un seguro de salud para embarazadas.
Por el contrario, el seguro de vida lo que pretende es cubrir el desembolso económico en caso de fallecimiento, ya sea debido a una muerte natural, accidente o enfermedad, es decir, su cobertura es puramente económica.
En ambos casos, en dependencia de la compañía aseguradora con la que se haya firmado el contrato, se podrá contar con alguna cobertura adicional. Si se trata del seguro de salud es posible incluir determinados tratamientos especiales y más concretos, como son los de psicoterapia o desintoxicación, por ejemplo. Si se refiere al seguro de vida, pueden incluirse tratamientos de psicología o coberturas de accidentes e incapacidad.
En definitiva, el seguro de vida está pensado para que la familia del asegurado pueda seguir adelante en caso de que este fallezca, pues se otorga una cantidad de dinero previamente estipulada que será recibida por los beneficiarios, y el de salud, que garantiza una serie de servicios médicos que podrán ser usados en caso de necesidad.
La asistencia médica del seguro de salud
Como ya se ha comentado, son los que van a garantizar una determinada cobertura sanitaria en caso de que el requerimiento médico haya sido incluido en la póliza. Como norma general, hay tres pilares fundamentales sobre los que hay que prestar especial atención.
En primer lugar, la lista de especialistas y clínicas u hospitales incluidos, en ella deberán figurar beneficios como las pruebas médicas, la medicina preventiva, los procesos quirúrgicos, los ingresos, asistencia durante el embarazo y al parto, así como una planificación familiar.
En segundo lugar, el reembolso de los gastos médicos en el caso de elegir cualquier otro profesional y en cualquier otro lugar. En estos casos, se aplicará un reembolso (80/20 o 90/10), según lo contratado.
En tercer lugar, la indemnización como ventaja adicional a los beneficios anteriores, es decir, un pago en caso de que se sufra algún suceso clínico, cubriendo gastos por incapacidad temporal por hospitalización o por baja laboral.
Los seguros de vida
También definidos con anterioridad en este artículo más brevemente, se trata de un contrato mediante el cual tanto el asegurado como los beneficiarios designados por este van a contar con una cantidad económica cuando fallezca o sufra una situación de invalidez, incapacidad, enfermedad o accidente. Sus categorías son las siguientes.
De Riesgo, es el seguro que cubrirá los requerimientos económicos de los familiares o allegados cuando ocurra el fallecimiento del asegurado. De Ahorro, está dirigido a los contratantes interesados en un plan de jubilación. Por último, de Vida Mixto, que hace las funciones de los dos anteriores. Cuando se produzca la defunción, se hará entrega de una indemnización, pero si se cumple el contrato y continúa con salud, se facilita una cantidad económica mensual como si de una pensión se tratara.
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