Recopilación de lasañas para todos los gustos: 25 ideas irresistibles

La lasaña tiene ese poder casi mágico de reunir a todo el mundo alrededor de la mesa y de hacer que la casa huela a gloria. Entre amistades y familia, suele colarse en el top de platos favoritos, ya sea para un cumpleaños, un domingo de película o una celebración improvisada. Si te apasiona este formato de capas, estás en el sitio perfecto: vas a descubrir un montón de variaciones para no aburrirte jamás.

Más allá de la boloñesa clásica, hay vida, y mucha. Carne, pollo, setas, verduras, jamón y queso, pescados e incluso opciones sin horno; algunas con bechamel tradicional, otras con mozzarella o ricotta y hasta propuestas frías tipo ensalada en capas. Prepárate para un recopilatorio muy completo con ingredientes y elaboraciones detalladas, pensado para que aciertes a la primera y puedas elegir la versión que más te apetezca en cada momento.

Lasaña de carne tradicional

La versión más canónica es la que combina un buen ragú con verduras y mezcla de carnes, placas de pasta y un gratinado final que cruje. El secreto está en un relleno largo y mimoso, una bechamel sin grumos y un gratinado dorado y burbujeante.

El ragú se hace sofriendo cebolla, zanahoria y apio con aceite; se añade la carne picada (mezcla de ternera y cerdo) y se dora. Si buscas una versión más suave, prueba el ragú blanco. Se moja con vino y se incorpora tomate, dejando reducir hasta que la salsa quede espesa y sabrosa. Montaje clásico: base fina de bechamel, capas de pasta, ragú, más bechamel y así sucesivamente, terminando con bechamel y queso para el gratinado.

Si quieres una variante italiana potente, prueba la Vincisgrassi, típica de la región de Las Marcas, con carnes variadas y vísceras (detalles más abajo). Es laboriosa, pero el resultado es memorable.

Para quienes van con prisas, existe una versión acelerada al microondas con carne ya cocinada y salsa de tomate: en unos 20 minutos puedes tener una lasaña apañada si tienes la boloñesa preparada con antelación. Obvio, no es la más ortodoxa, pero soluciona una cena en tiempo récord.

Lasaña de pollo al curry

Una vuelta de tuerca aromática que engancha. El relleno es un curry cremoso con pechuga de pollo, verduras y leche de coco, con un toque dulce de uvas pasas.

• Ingredientes: 3 pechugas de pollo, 1 cebolla, 2 zanahorias, 1 pimiento verde italiano, 1 calabacín, láminas de lasaña, 2 cucharadas de salsa de tomate, curry molido al gusto, 400 ml de leche de coco, 24 uvas pasas sultanas, salsa bechamel y queso parmesano.
• Elaboración: Pocha cebolla, zanahoria, pimiento y calabacín hasta que estén tiernos. Añade el pollo en trozos y el curry, tuéstalo un momento. Incorpora el tomate, las pasas y la leche de coco; cocina hasta que espese y quede cremoso. Monta en fuente enmantequillada alternando pasta y relleno (capas de medio centímetro), corona con bechamel y parmesano. Hornea 20 minutos a 190 ºC y remata con un gratinado corto. Deja reposar 10 minutos antes de servir.

Si te gusta variar la base, puedes usar placas verdes con espinacas; dan un punto de color muy apetecible y combinan de maravilla con el curry.

Setas, verduras y combinaciones vegetales

Lasaña de setas (con bacon o panceta opcional)

Un relleno sabroso y jugoso a base de setas variadas. Si te apetece subir la intensidad, añade taquitos de bacon o panceta. Bechamel ligera y un gratinado final hacen el resto.

• Ingredientes: 5 láminas de lasaña, 200 g de setas variadas, 100 g de bacon o panceta, 1 cebolla, 30 ml de vino blanco, aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta, queso rallado. Bechamel: 200 ml de leche entera, 20 g de harina, 10 g de mantequilla, nuez moscada.
• Elaboración: Sofríe cebolla y bacon en poco aceite; añade setas limpias y saltea a fuego vivo. Desglasa con vino y deja evaporar. Prepara una bechamel sencilla (tuesta harina en mantequilla, añade leche caliente poco a poco, sazona con sal, pimienta y nuez moscada). Cuece las placas si hace falta. Monta capas: base de salsa, pasta, bechamel y relleno; repite y termina con bechamel y queso. Hornea 30 minutos y gratina 2 minutos.

Lasaña vegetariana de verduras

Capas con distintas verduras tratadas por separado para respetar sus puntos. Una idea fantástica para quienes no quieren carne ni pescado y buscan un plato contundente.

• Ingredientes: 1 berenjena, 1 brócoli, 12 champiñones, 2 zanahorias, 75 g de espinacas frescas, láminas de lasaña, salsa bechamel, salsa de tomate y parmesano.
• Elaboración: Saltea champiñones laminados hasta dorar, apaga y añade espinacas para que se ablanden. Cuece al vapor brócoli y zanahoria (al dente: 2 y 5 minutos). Pocha cebolla muy fina y añade berenjena en dados, terminando el salteado juntos. Montaje: fondo con tomate, pasta y un poco de bechamel; capa de champiñón-espinaca; pasta; capa de brócoli-zanahoria con bechamel; pasta; capa de berenjena-cebolla; pasta y bechamel final con queso. Horno a 180 ºC 30 minutos y gratín breve.

Mozzarella y judías verdes gratinadas

Una opción sin bechamel en la que el queso fundente manda. El sofrito de hortalizas y el toque de alcaparras y parmesano hacen una combinación redonda.

• Ingredientes: 400 g de judías verdes, 1 zanahoria, 1 cebolla, media penca de apio, sal, 500 g de tomate de pera, 40 g de alcaparras, laurel, 50 g de parmesano, 150 g de mozzarella, orégano, pimienta, media copa de vino blanco.
• Elaboración: Escalda tomates, pélalos y trocéalos (reserva el agua). Cuece las judías en esa agua 15 minutos y enfría. Sofríe apio, cebolla, zanahoria y laurel; desglasa con vino, salpimienta y añade tomate para un sofrito de 30 minutos. Monta capas en fuente con tomate, judías, sofrito, mozzarella y alcaparras; repite, termina con sofrito, parmesano y orégano. Hornea 25 minutos a 180 ºC.

Calabaza, gorgonzola y frutos secos

Cuando refresca, la calabaza pide pista. La bechamel perfumada con gorgonzola realza su dulzor y los frutos secos aportan mordida y contraste al gratinado.

Haz una bechamel clásica (mantequilla, harina, leche) y fúndele gorgonzola al gusto. Usa menos cantidad que en una boloñesa porque el relleno ya es muy cremoso; si te va lo lácteo, puedes llegar hasta un litro de leche para una lasaña generosa. Añade frutos secos picados entre capas para textura.

Setas y panceta con bechamel y boniato

Salteado de setas variadas con panceta curada a la pimienta y poco aceite. La grasa de la panceta se integra en el salteado, así que controla la sal y el aceite. Bechamel en dos partes: reserva un cuarto; tritura el resto con boniato cocido para un relleno suave y dulce, y corona con la parte sin boniato para gratinar.

Brócoli, lacón y queso quark

Una idea ligera sin bechamel tradicional. Brócoli al vapor, lacón dorado y piñones tostados mezclados con queso quark para ligar. Se monta como siempre y se termina con queso de tetilla rallado antes del horneado.

Jamón, queso, pesto y otras ideas con embutidos

Jamón cocido, queso y pesto

Ideal para peques y para días con poco tiempo. Si usas placas que no requieren cocción previa, el montaje es un juego de niños.

• Ingredientes: 50 g de salsa de tomate, 12 láminas de lasaña, 6 lonchas de jamón cocido, 12 lonchas de queso tipo Gouda o Maasdam, 30 g de pesto de albahaca, 500 g de bechamel y 25 g de queso emmental rallado.
• Elaboración: Cubre la base con tomate, coloca láminas de pasta, jamón y queso. Reparte pesto y un par de cucharadas de bechamel. Repite capas hasta terminar. Cubre con bechamel, espolvorea emmental y hornea 25-30 minutos a 220 ºC (o lo que indique el fabricante). Deja templar 15 minutos.

Lasaña de berenjena con espinacas

Capas de berenjena a la plancha con jamón cocido, queso en lonchas, un punto de mayonesa ecológica y algo de espinacas. Se remata con bechamel y queso rallado, horneando y gratinando al final.

Versiones sin pasta, con patata o con láminas de verduras

Rápida sin pasta (láminas de calabaza)

Una alternativa ligera y sin gluten que no renuncia al sabor. Las láminas de calabaza sustituyen a la pasta; la carne llega en forma de salchicha (ya sazonada), se liga con ricotta o requesón y se corona con parmesano para un gratinado crujiente.

Lasaña de patatas con boloñesa

Otra sin pasta que funciona de maravilla como plato único. Capas de patata cocida y prensada alternan con boloñesa reducida; se termina con queso rallado y un golpe de horno para dorar.

• Ingredientes base: 1 kg de patatas, 1 cebolla, 500 g de carne picada, salsa boloñesa, aceite de oliva, queso para gratinar, sal.
• Elaboración: Cuece patatas y prénsalas con un hilo de aceite. Pocha cebolla, dora la carne, añade salsa boloñesa y reduce. Monta capas de patata y boloñesa y gratina 10 minutos a 200 ºC.

Lasaña de calabacín

Capas de calabacín doradas en sartén que alternan con tomate fresco, hojas de espinaca y mozzarella. Acaba con un hilo de crema balsámica. Puedes cambiar la mozzarella por queso vegano o incluso aguacate.

Pescados, frías y opciones marineras

Espinacas y salmón con crème fraîche

Se dora cebolla con un poco de aceite y mantequilla, se cocina un filete de salmón y se desmiga. Se incorporan un buen puñado de espinacas (escaldadas si son de hoja grande). Prepara una bechamel con 600 ml de leche, 40 g de harina y 40 g de mantequilla; añade 200 g de crème fraîche. Mezcla tres cuartas partes con el salteado y reserva el resto para napar. Monta tres capas de pasta y gratina. Si no te va mezclar pescado y queso, prueba a cubrir con migas de pan para un crujiente perfecto.

Lasaña de atún (caliente)

Un clásico para cenas informales. Relleno con atún, pimientos, cebolla y huevo duro ligado con tomate. Se alterna con placas cocidas, bechamel y queso rallado, y se hornea hasta dorar.

Lasaña de atún y huevo (fría sin horno)

Versión veraniega. Mezcla verduras en macedonia con atún, huevo duro y langostinos, liga con mayonesa y monta entre placas de lasaña hidratadas. Decora con tomate y huevo rallado; enfría dos horas en la nevera.

Lasaña fría de verano (caballa y verduras)

Una ensalada en capas muy completa. Trocea alcachofas, espinacas, cebolleta, pimientos, tomatitos, espárragos y aceitunas; mezcla con caballa y mayonesa. Hidrata las placas, monta tres capas y decora al gusto.

Fría de bonito, guisantes y encurtidos

Hierve guisantes en agua salada y enfría en agua con hielo para mantener el color. Mézclalos con bonito, encurtidos y aceitunas, y liga con mayonesa y limón. Monta porciones individuales en tres capas de pasta y termina con un poco más de mayonesa y encurtidos picados.

Grandes clásicos italianos y versiones con mucha personalidad

Vincisgrassi (Las Marcas, Italia)

Una lasaña contundente con varias carnes. Se combinan carne picada de ternera y cerdo, salchichas frescas, panceta en tiras, higaditos de pollo y jamón de Parma. Cada carne se dora por separado y se pica para unificar texturas.

• Ingredientes: 400 g de carne picada mixta, 100 g de salchichas frescas, 50 g de panceta, 100 g de higaditos de pollo, 100 g de jamón de Parma, 50 g de tomate concentrado, 4 zanahorias, 1 rama de apio, 1 cebolla, 50 ml de vino tinto, 400 ml de caldo de carne, 400 g de bechamel, nuez moscada, pimienta, clavos y parmesano.
• Elaboración: Pocha finamente las hortalizas; incorpora todas las carnes con jamón, clavos y pimienta; añade vino, concentrado de tomate y caldo, y deja cocer 30-40 minutos a fuego suave hasta tener un ragú espeso. Prepara una bechamel más densa con mucha nuez moscada. Monta capas de pasta, ragú y bechamel, terminando con bechamel y un punto de tomate y parmesano para gratinar.

Lasaña boloñesa clásica y su versión exprés

La boloñesa clásica se cuece tapada y lenta para concentrar sabor, combinando el sofrito, carne y tomate hasta reducir. La versión rápida al micro se apoya en tener la carne ya cocinada; reduce tiempos sin renunciar a un gratinado apetecible.

Vegetarianas, veganas y una opción sin horno

Boloñesa de soja texturizada

Hidrata 300 g de soja texturizada fina en un litro de caldo vegetal reducido a la mitad por evaporación. Escúrrela muy bien antes del sofrito para que no suelte agua. Prepara la boloñesa como harías con carne. Monta con bechamel y parmesano; rinde mucho y congela de maravilla en raciones.

Lasaña vegana con parmesano de frutos secos

Para el crujiente superior, tritura 100 g de almendras, 20 g de piñones, 15 g de levadura nutricional, media cucharadita de ajo en polvo, pizca de jengibre seco y sal. Bechamel vegana: sustituye mantequilla por aceite de oliva y leche por bebida vegetal sin endulzar. Rellena con boloñesa de soja y las verduras que te gusten.

Lasaña de verduras sin horno

Perfecta para el calor o cocinas sin horno. Se cuecen las placas de lasaña aunque sean de las que no requieren remojo, ya que no habrá horneado posterior.

• Ingredientes: 8 láminas de lasaña, 12 tomates cherry, albahaca, medio calabacín, 6 champiñones, 300 g de ricotta o requesón, 1 cebolla, 8 espárragos trigueros, ralladura de limón, sal y pimienta.
• Elaboración: Saltea los cherry con albahaca. Mezcla ricotta con ralladura de limón. Saltea espárragos, cebolla, calabacín y champiñones al dente. Monta capas: pasta, ricotta-limón, cherry y verduras; repite hasta tener cuatro capas.

Lasaña de lentejas y verduras con láminas de calabacín

Una cazuela súper completa con legumbre, verduras y un acabado jugoso con huevo y queso. Usa tiras finas de calabacín a modo de láminas para aligerar.

• Ingredientes: 1 calabacín, 1 bote de lentejas o 400 g cocidas, 1 bote de tomate natural, 2 cebollas, 1 berenjena, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo, 1 diente de ajo y perejil, 250 g de queso tierno, 6 huevos, orégano, 1 cucharadita de pimentón, 1/4 cucharadita de bicarbonato (opcional), sal, pimienta, 6-8 cucharadas de AOVE.
• Elaboración: Horno a 180 ºC. Pica berenjena, cebollas, ajo, perejil y pimientos en brunoise pequeña (tamaño lenteja). Saltea 10 minutos con AOVE, añade lentejas y pimentón 1 minuto, incorpora tomate, salpimienta y cocina 15-20 minutos a fuego vivo hasta que quede poco líquido. Haz láminas finas de calabacín con pelador. Ralla el queso y reserva la mitad. Monta capas alternando calabacín, boloñesa de lentejas, queso y orégano. Bate huevos con el queso reservado, orégano, sal y pimienta; vierte para cubrir y hornea 20-30 minutos hasta dorar la superficie.

Notas útiles, bechamel, pasta y un poco de historia

La bechamel es la pareja casi inseparable de muchas lasañas. Para una bechamel base equilibrada, parte de 1 litro de leche, 80 g de mantequilla y 80 g de harina; tuesta bien la harina para evitar sabor a crudo y aromatiza con nuez moscada. Puedes perfumarla con hierbas, especias o incluso infusionar con un hueso de jamón.

En algunas propuestas se recurre a bechamel ya lista (como la de Reny Picot) o a placas de pasta de calidad tipo Garofalo. Si escoges láminas precocidas, revisa bien las instrucciones del fabricante; si vas a montar una versión sin horneado, conviene cocerlas de todos modos para tener una textura agradable.

¿Consejos para la pasta? Agua abundante y sal generosa, controlar el punto al dente, escurrir sin enjuagar si vas a hornear y montar rápido para que no se resequen las placas. En las versiones frías, enfría cada capa y remata con mayonesa o quesos suaves para cohesionar.

La lasaña ha viajado mucho en el tiempo. Sus raíces se asocian al Mediterráneo clásico, con antecedentes griegos que inspiraron a los romanos, y evolución en Italia con desarrollo de la maquinaria para elaborar la pasta. Incluso tiene su día mundial el 29 de julio, celebración más que merecida para un plato que ha conquistado medio planeta. Que se lo digan a Massimo Bottura, que la ha llevado a lo más alto de la alta cocina.

Y si te preguntas por qué huele tan bien cuando sale del horno, la respuesta es sencilla: gratinado crujiente de parmesano, salsas que hierven suave y capas jugosas. No hay ambientador que compita con esa sinfonía.

Algunas propuestas de este recopilatorio cuentan con indicaciones ampliadas en sus versiones originales; si quieres profundizar, busca la receta completa de cada variante y adapta tiempos a tu horno y a tu gusto. La gracia de la lasaña está en personalizarla: con más o menos salsa, con queso suave o potente, con o sin bechamel, con pasta o con verduras en láminas.

Aunque aquí hemos incluido ideas de comunidades y marcas que inspiran en el día a día, lo importante es cocinar y compartir: la cocina casera es más fácil y divertida cuando nos ayudamos con experiencias y recetas reales. Tú pones el gusto, nosotros te damos caminos para llegar a tu lasaña perfecta.

Tras este paseo por versiones clásicas, ligeras, veganas, frías y de aprovechamiento de ingredientes, ya tienes un abanico enorme para elegir. Desde la Vincisgrassi hasta la de calabaza con gorgonzola, pasando por pollo al curry o atún, hay una lasaña para cada antojo, temporada y comensal; anímate a probar dos o tres y verás cómo se quedan en tu repertorio.