Si te gusta cocinar con carne seguro que te gustará recordar algunos trucos para que puedas crear los mejores platos hechos con pollo, cerdo o cordero. Estamos seguros que alguno de los tips que te ofrecemos te pondrán al día y agradecerás haberlos leídos para aplicarlos en la cocina.
¿Quieres conocer qué trucos se ofrecen? En este artículo nos vamos a meter de lleno con algunas recomendaciones gastronómicas pero también con muchas recomendaciones de salud. Es tan importante saber cocinar que te ofrecemos algunos consejos para cocinar la carne y cómo mantenerla en perfectas condiciones.
¿Cómo escoger la carne?
Escoge siempre un buen corte o una buena pieza de carne. Por regla general el carnicero suele ayudar qué tipo de carne puede recomendar dependiendo de los datos que ofrecemos. Por ejemplo, si vamos a hacer unos filetes sencillos de ternera, el carnicero puede ofrecer hacer filetes de una pieza bastante buena, para que salgan tiernos y jugosos.
Para preparar un estofado o guiso con carne de ternera nos conviene mucho mejor usar una parte dura, con más tejido conectivo porque es dónde índice el movimiento o ejercicio del animal. Esta carne se suele encontrar en la zona de las piernas, la aleta, la aguja, la espaldilla, la llana, el morcillo, jarrete, la culata de contra, el rabo y el brazuelo. Esta carne necesitará una cocción lenta y tardía, dónde el colágeno se irá fundiendo y de esta forma se ablanda la carne.
Las carnes tiernas de ternera son las que buscamos para hacer filetes. Son las partes del animal que no están sometidas tanto al ejercicio o movimiento y por lo tanto, tienen menos musculatura. Son el solomillo, el lomo alto y bajo, la tapa, la cadera, el redondo o la carne de babilla. Sirven para cocinarlo de forma rápida.
Trucos antes de cocinar la carne
Para obtener una carne jugosa es recomendable sacarla del frigorífico, al menos, una hora antes. De esta forma observaremos como suelta mucho menos agua al cocinarla. Si no hemos tenido la oportunidad de temperarla fuera del frío la intentaremos cocinar ofreciéndola un poco más de tiempo de cocción.
Prepara la carne antes de cocinarla
Hay que limpiar bien la carne de grasa con un cuchillo afilado. Por si no lo sabías está perfecto realizar una serie de cortes trasversales en la superficie de la carne antes de cocinarla, de esta forma evitaremos que se deforme el producto. Si crees que la carne no está lo suficientemente tierna o jugosa puedes darle unos pequeños golpes para ayudar a que las fibras se rompan y conseguir una textura más suave.
¿Te gusta lavar la carne antes de cocinarla? Pues no es una costumbre muy recomendable. Hay muchas razones por lo que no hay que hacerlo, lo primero es que se suele adulterar su composición, haciendo que al cocinarla quede mucho más seca. Se avisa de que todo lo que se desprende en el fregadero estará lleno de bacterias que se expandirán y podrán producir intoxicaciones.
Cocinar la carne a baja temperatura
En todas estas piezas grandes de pollo, pavo, cerdo, ternera o cordero nos interesa que al cocinarlas queden jugosas y no resecas. Si se hace una cocción lenta es más probable que permitamos que los jugos y la grasa de la carne vayan cocinando poco a poco la carne.
Lo ideal es una baja temperatura del horno, no te importe cocinarlo a 120 º C, ya que si lo hacemos a una temperatura mayor a 200 º C provocaremos que la carne esté mucho más hecha por fuera y más cruda por dentro.
El tiempo también es importante, ya que si disponemos de un largo tiempo para cocinarla será mucho mejor. Si alargamos su asado y lo mantenemos lejos de una gran fuente de calor conseguiremos que el asado quede muy tierno. Si lo hacemos con temperaturas altas haremos que la carne contraiga sus fibras y por lo tanto dejando una carne mucho más dura.
Si tu idea es cocinar la carne a la barbacoa o a la plancha es conveniente que sazones la carne al final de la cocción, ya que si lo haces al principio harás que la carne quede más seca y pierda jugosidad.
Truco para descongelar la carne
Es importante no tener prisa a la hora de descongelar la carne. Muchos optamos por usar el microondas, o descongelándola al sol o en un plato sobre la encimera.
Se recomienda descongelar la carne muy poco a poco y que esté colocada en el interior de la nevera, lo que intentaremos es no romper el proceso de congelación haciendo que la carne se adultere o que crezca el número de gérmenes dañinos. También podremos descongelarla en el microondas o sumergiéndola en agua fría.
Cómo conservar la carne fresca
Lo ideal es conservarla en recipientes herméticos para que no desprenda olores ni se mezcle con otros olores de la nevera. Es importante colocarla en la zona más fría de la nevera para conservarla durante más tiempo, aunque es preferible consumirla lo antes posible para que no pierda parte de sus propiedades y forma.