Lo de las croquetas es un mundo… se pueden hacer de todo y siempre están ricas. Prepararlas lleva su tiempo, lo sé… pero cuando están en el congelador es como poseer un comodín: tenemos garantizada una cena buenísima cualquier día de la semana.
En casa los niños aplauden cuando hay croquetas -y no es una forma de hablar- así que aprovecho para meter en ellas lo que les puede ir bien o simplemente lo que hay en la nevera.
Esta vez ha tocado carne de cordero que había hecho con unas patatas guisadas y también jamón cocido. Con un poco de pimentón di un pequeño giro a la receta tradicional.
Si os fijáis esta vez no les he puesto mantequilla. Eso sí, llevan 3 yemas de huevo que darán cremosidad y aún más color a la masa. Las claras no las tiramos, nos servirán para el rebozado.
Croquetas con pimentón
Equivalencias con TM21
Más información – Patatas guisadas