El flan de leche condensada nos gusta con locura. Es una receta que poco a poco se ha ido introduciendo en el apartado de “clásicas”.

Es tan sencilla de hacer como un flan normal pero esta vez los coceremos aprovechando el Varoma. Su textura es muy suave y su sabor delicioso. El único “pero” que tiene es que no es un postre light, así que evitaremos atiborrarnos de esta tentación si estamos a dieta.

Este flan de leche condensada lo hemos aromatizado con un poco de piel de limón para que realce el sabor dulce de la leche condensada. Y hablando de todo un poco, ya sabéis que con Thermomix hacer caramelo líquido en casa es muy fácil, así que os animo a que probéis ambas recetas.

Flanes de leche condensada

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Estos flanes de leche condensada tienen una textura muy suave y un sabor delicioso que no pasará desapercibido.

Mayra Fernández Joglar

Cocina: tradicional
Tipo de receta: postre
Calorias: 140
Raciones: 6

Tiempo de cocinado: 26M
Tiempo total: 26M

Ingredientes

250 g de agua
180 g de leche condensada
2 huevos
1 tira de piel de limón
Caramelo líquido (ver aquí la receta)

Preparación

Lavamos bien la piel de limón y con un pelaverduras cortamos una tira procurando que no lleve nada de piel blanca. La ponemos en el vaso junto con el agua y la leche condensada. Programamos 5 minutos, 90º, velocidad 2.
Mientras, caramelizamos 6 flaneras y las colocamos en el Varoma.
Terminado el tiempo, retiramos la mezcla del vaso, desechando la piel de limón. Ponemos los huevos en el vaso y programamos 1 minuto, velocidad 3 1/2. Transcurridos los primeros 15 segundos, vertemos por el bocal la mezcla que teníamos reservada.
Rellenamos las flaneras caramelizadas. Las cubrimos con film transparente y les hacemos varios agujeros para que pueda salir el vapor. Colocamos encima de las flaneras dos hojas de papel de cocina y cerramos el Varoma.
Llenamos el vaso con agua hasta la primera marca, la de 1/2 litro. Cerramos, colocamos el Varoma en su posición y programos 20 minutos, temperatura Varoma, velocidad 2. En este paso podemos aprovecha y preparar otra receta en el vaso. Yo suelo aprovechar para hacer alguna crema.
Transcurrido el tiempo, comprobamos con un palillo que los flanes están cuajados, de lo contrario prolongamos un par de minutos la cocción. Después, retiramos el Varoma y abrimos con cuidado de no quemarnos. Retiramos el papel de cocina y dejamos que se enfrien antes de meterlos en la nevera.
A la hora de servir, darles la vuelta en un plato para que la presentación sea más bonita. No hace falta adornarlos mucho pero si queréis podéis acompañarlos de un poco de nata montada, una neula o un barquillo crujiente.