El otro día compré guisantes frescos, de los que van en vaina. Los niños se divirtieron un montón desgranándolos, me gusta que vayan aprendiendo de dónde sale cada verdura. Lo mejor es que, cuando me ayudan en la cocina, luego se lo comen todo. Y claro, entre desgranar y guisar, estos guisantes fueron todo un chollo. No quedó ni uno. Estaban muy muy buenos. Los suyos, los hicimos con agua. Los nuestros, con coñac. Ricos, ricos. Os doy la receta de adultos, pero si lo hacéis para niños, basta sustituir el coñac por la misma cantidad de agua; el resto, todo igual.
Fueron la guarnición de un pescadito que cociné mientras tanto en el Varoma. Si queréis hacerlo así, colocad los filetes en la bandeja del Varoma en el paso 3 y quitadlo en el 4. Y para los vegetarianos y veganos, combinan muy bien con la quinoa. Os los propongo como acompañamiento de estas croquetas. Ah, y las vainas, si son tiernecitas pueden añadirse troceadas con los guisantes, están muy ricas. Si ya están un poco rígidas (era mi caso), guardadlas para caldo. Aquí no se tira nada.
Índice
Guisantes frescos con tomate natural
Guisantes frescos, de vaina, guisados con tomate natural y cebolla. Excelentes como guarnición.
Equivalencias con TM21
Más información – Croquetas de quinoa y zanahoria
una buena receta es casi que nos habla de nuestras costumbres y nos trae evocaciones muy agradables
Muy sencilla y deliciosa! Para la próxima doblo cantidades que me quedé con ganas de mas!
Mil gracias por lo fácil que lo hacéis!!
Gracias a ti, Ela. Un besazo!