Molletes de trigo sarraceno

Los molletes de trigo sarraceno son la solución perfecta para preparar bocadillos sin gluten para los almuerzos o meriendas.

Para los que llevamos una dieta sin gluten preparar un bocadillo puede ser toda una odisea. Sí, ya sé que hay panes industriales sin gluten pero no siempre son sanos. Tampoco aguantan cualquier relleno y se vuelven duros enseguida.

Así que estos panecillos se han convertido en la solución perfecta y ya son un imprescindible en nuestras excursiones o fiestas de cumpleaños.

Son superrápidos de hacer y no necesitan tiempo de reposo, así que mientras precalientas el horno ya tienes la masa lista.

¿Quieres saber más cosas sobre los molletes de trigo sarraceno?

Estos molletes no son solo geniales para los alérgicos al gluten también para los que sigan una dieta sin lactosa porque no llevan ni leche, nata o mantequilla.

Tienen una corteza firme y una miga alveolada que ya te indica que son esponjosos. Aunque lo mejor de todo es que puedes preparar cualquier tipo de bocadillo con ellos porque lo aguantan todo.

El almidón de yuca lo puedes conseguir fácilmente en tiendas de productos latinoamericanos y, si no lo encuentras, lo puedes sustituir por almidón de maíz.

Puedes usar cualquier semilla para espolvorearlos ya sea semillas de chía, sésamos e incluso pipas de girasol y calabaza. Yo esta vez he optado por semillas de amapola y de cáñamo.

Si a la hora de hacer las bolas ves que la masa está líquida, déjala reposar 1 minuto. Ya verás como se vuelve más compacta y fácil de trabajar.

Si eres de los que les gusta la versión mini, haz bolas de unos 90 gramos de masa. En este caso te saldrían unas 12 unidades ideales para los bocatas de los más pequeños.

Si no los vas a consumir en el mismo día o al día siguiente lo mejor es congelarlos ya que así no se te quedan duros. En el congelador aguantan hasta 3 meses y, al descongelarse, mantienen la misma textura.