Natillas de chocolate blanco

Estas natillas de chocolate blanco me han conquistado de tal manera que van a ser el postre en Nochebuena. Un postre fácil, rápido y lleno de sabor.

Y es que, además, este postre navideño se puede hacer con antelación. Así que resulta muy práctico para organizarnos y disfrutar al máximo de las reuniones familiares.

Para estas natillas, escoge unos vasos lindos o unas copas no demasiado grandes para que no resulten muy empachosas. Así podrás disfrutar de los polvorones y turrones caseros.

¿Cómo conseguir diferentes texturas?

Tras los comentarios de María Luisa y de Gemi Ta Gemi en Facebook diciendo que les habían quedado líquidas, he pensado que sería interesante investigar sobre las texturas. Así que me armado de paciencia y he hecho varias pruebas jugando con los tiempos.

El resultado ha sido muy interesante y me ha servido para poder ofrecerte diferentes texturas que encontrarás detalladas en el proceso de elaboración. Así sólo tendrás que elegir la que más te guste y programar el tiempo adecuado.

Quiero aprovechar y daros las gracias por vuestros comentarios porque, como en el caso de hoy, nos sirven para mejorar juntos. 😉

¿Quieres saber más cosas sobre estas natillas de chocolate blanco?

Para hacer esta receta he utilizado el chocolate blanco para fundir de Nestlé. Viene envuelto en papel de estraza marrón o blanco y es fácil encontrarlo en supermercado.

Es con el que mejor me ha quedado esta receta ya que, para mi gusto, no es tan dulce como otras marcas. Además me convenció porque no lleva gluten y así la receta es apta para celíacos o intolerantes al gluten.

En mi casa nos gusta que los postres de Navidad no sean ni demasiado empachosos ni muy grandes por eso es importante escoger unas copas o vasos que no sean muy grandes.

Es importante hablar del punto de las natillas para que no se queden demasiado líquidas. Está claro que el tipo de leche influye, y mucho, así que te recomiendo que uses una bebida con cuerpo. A mí no me gustó el resultado ni con leche de arroz ni con leche desnatada.

Otro de las cosas que hay que tener en cuenta es que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente. Y no vale que lleven fuera de la nevera 5 minutos, no…no vale!. Tienen que estar, al menos, un par de horas.

Y para encontrar la textura perfecta, nada como usar el viejo truco de la cuchara. Cuando haya terminado el tiempo, introduce una cuchara de madera. Al sacarla tiene que quedar napada, es decir, cubierta de una crema espesita. Acuérdate de como quedaba la cuchara cuando hacía tu madre las natillas. 😉

Si ves que las natillas de chocolate blanco te han quedado líquidas y que la cuchara no sale cubierta, no te agobies, prolonga la cocción unos minutos más, a la misma temperatura y velocidad. Si quieres puedes retirar el cubilete para facilitar la evaporación.

A la hora de decorar las natillas de chocolate blanco puedes escoger por varias opciones. Yo he optado por darle un toque crujiente con migas de galletas. Pero tienes muchas alternativas como sésamo garrapiñado o los típicos barquillos.

Si lo que buscas es contrastar los sabores, te recomiendo que pongas unas frutas rojas como frambuesas o grosellas. Su sabor ligeramente ácido le va genial a esta crema dulce. Y además aportarás un toque de color muy bonito.

Si les quieres dar un toque divertido, usa sprinkles o jimmies con motivos navideños. Existe una gran variedad de formas y colores que van desde los clásico fideos de colores hasta las decoraciones más originales.

Y, por supuesto, también puedes utilizar las clásicas bolitas y fideos de chocolate que encontrarás en cualquier supermercado y que le darán a tu prostre un toque diferente.

Más información – Crema de chocolate y turrón / Bavarois de turrón

Adapta esta receta a tu modelo de Thermomix