Este pan de soda irlandés o pan de bicarbonato es la solución perfecta para hacer pan en casa. Es un auténtico gustazo porque los ingredientes son muy sencillos, es rápido y no hay ni que amasar.
No lleva levadura fresca, ni seca, ni tan siquiera lleva masa madre. Solo bicarbonato y un puñado más de ingredientes que seguro tienes en casa.
Además es muy rápido de hacer porque no lleva tiempo de fermentación o de reposo. Y permite muchas combinaciones, así que te aconsejo que leas con atención porque este pan te dará mucho juego en tu cocina.
Pan de soda irlandés o pan de bicarbonato
Disfruta en casa de un pan sencillísimo de hacer y que podrás adaptar a tus gustos.
¿Quieres saber más cosas sobre el pan de soda irlandés o el pan de bicarbonato?
Estos días encontrar ciertos alimentos en los supermercados se está haciendo una tarea difícil. Pero eso no es ningún inconveniente para hacer este pan ya que lo podemos adaptar fácilmente.
Lo primero que debes saber es que el buttermilk es muy fácil de hacer en casa. Solo tienes que poner en un cuenco 225 gramos de leche y añadirle 25 g de vinagre blanco o de jugo de limón, remover y dejar que repose unos minutos.
Al rato verás que la leche se ha cortado y eso es justo lo que necesitamos. No hace falta que lo filtres ni que retires la parte sólida. Todo el conjunto lo utilizaremos para hacer esta receta.
También funciona con leche sin lactosa, así que puedes adaptarlo a tu dieta especial si eres intolerante a la lactosa.
Otro dato importante, es que el pan se puede hacer tanto con harina de fuerza o harina de repostería.
Aunque es interesante mezclar varios tipos de harina. Puedes usar mitad de harina blanca y la otra mitad de harina integral, harina de espelta o de trigo sarraceno.
Además a este pan le puedes añadir semillas como sésamo, de amapola o pipas. Incluso hay quien añade ciruelas pasas a la masa pero, de momento, yo no he llegado a tanto.
Si te animas a enriquecerlo, te recomiendo que uses unos 50 gramos de semillas. Puedes añadirlas a la masa o simplemente espolvorearlas por arriba.
Por cierto, también puedes espolvorear tu pan con copos de avena para darle un aire más rústico.
El horno también juega un papel muy importante, así que asegúrate de que está bien precalentado antes de introducir el pan. Yo ya no puedo vivir sin mi termómetro y lo pongo siempre que enciendo el horno. Así me aseguro que el interior está a la temperatura correcta.
El pan estará en su punto cuando tenga un bonito color tostado. Y, para asegurarte de que está bien cocido, nada como darle unos golpecitos en la base. Si suena a hueco, tu pan ya está listo para sacarlo.
Déjalo enfriar sobre rejilla para que la base esté aireada y no se humedezca. Y espera a que esté frío antes de cortarlo para que no se deshaga.
¿Verdad que dan ganas de hacer pan en casa?
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Adapta esta receta a tu modelo de Thermomix