Si ayer vaciasteis una calabaza, esta es vuestra receta: una original pasta cubierta con bechamel de calabaza y gratinada.

Un plato diferente con el que vais a descubrir lo fácil que es convertir una simple bechamel en una salsa especial.

Yo la he hecho con tagliatelle pero podéis utilizar la pasta que más os guste. Esta bechamel queda también muy bien en un plato de lasaña.

Pasta con bechamel de calabaza

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Sencilla receta de pasta cubierta con una original bechamel de calabaza. Un plato de otoño que gustará a niños y a mayores.

Primero hacemos la bechamel. Ponemos en el vaso la leche, la mantequilla, la harina, la sal y la nuez moscada. Programamos 8 minutos, 90º, velocidad 4. Sacamos del vaso y reservamos.
Lavamos el vaso. Ponemos en él la cebolla y el aceite. Programamos 3 minutos, 100º, velocidad 4. Añadimos la calabaza y programamos 2 minutos, 100º, giro a la izquierda, velocidad cuchara. Incorporamos el vino y, sin colocar el cubilete, programamos de nuevo 2 minutos 100º, giro a la izquierda, velocidad cuchara. Añadimos ahora la sal y el agua caliente. Programamos 20 minutos, 100º, giro a la izquierda, velocidad cuchara. Mientras se cocina vamos cociendo la pasta en una cacerola, teniendo en cuenta los tiempos indicados por el fabricante.
Pasados los 20 minutos ponemos también en el vaso la bechamel que habíamos hecho al principio y sujetando el cubilete programamos 20 segundos, velocidad 5.
Mezclamos la bechamel de calabaza con la pasta y ponemos en la superficie el parmesano y los cubitos de calabaza.
Gratinamos en el horno unos minutos