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Un postre riquísimo y que tienes que aprender a preparar. Se trata de una crema perfecta y muy suave, elaborada con queso y nata y con una capa crujiente de azúcar. Haremos una crema muy rápida y sencilla con nuestra Thermomix y lo acompañaremos de unas ríquisimas fresas. Pondremos en la base de cada cuenco unos trocitos de fresas que luego cubriremos con la crema que hemos elaborado. Lo hornearemos al baño maría y ya sólo nos quedaría hacer el toque final. Cubriremos nuestro postre con azúcar y lo quemaremos con un soplete para que nos quede esa capa crujiente de caramelo.
Crème brûlée con fresas
Un postre riquísimo con una crema suave y una capa crujiente de caramelo. Lo acompañaremos de fresas para que quede perfecto. La crema estará elaborada de crema de queso y nata que hornearemos. Lo cubriremos de azúcar y lo quemaremos con un soplete para que nos quede perfecto.
- Alicia Tomero
- Cocina: francesa
- Tipo de receta: postre
- Calorias: 275
- Raciones: 6
- Tiempo de preparado:
- Tiempo de cocinado:
- Tiempo total:
Ingredientes
- 300g de queso en crema tipo Philadelphia
- 115g de azúcar
- 300ml de nata agria (300ml de nata para montar y el zumo de medio limón pequeño)
- 1 huevo grande
- 450g de fresas
- 6 o 7 cucharadas de azúcar para espolvorear y quemar
Preparación
Haremos la crema agria con media hora de antelación, en un recipiente echaremos los 300ml de nata para montar y le echaremos el zumo de medio limón. Lo batimos con fuerza y dejamos que espese un poco. Lo metemos en el frigorífico alrededor de 30 minutos.
Cuando tengamos la crema lista, ponemos a calentar el horno a 160°. En nuestro vaso Thermomix vamos a mezclar la crema. Echamos los 300g de crema de queso, los 115g de azúcar. Lo programamos durante 1 minuto a velocidad 3. Cuando lo tengamos listo echamos los 300ml de nata agria y el huevo. Lo programamos durante 2 minutos a velocidad 4.
Preparamos 6 cuencos que puedan ir al horno y que sean de raciones individuales. Cogemos las fresas y las partimos en trocitos pequeños, echaremos los trocitos en las bases de los cuencos. A continuación cubrimos con la crema de queso que habíamos preparado, podemos llenar casi hasta el borde de los cuencos, ya que esta crema cuando se hornee no crecerá.
Preparamos una bandeja que pueda ir al horno. Esta bandeja tiene que tener fondo ya que vamos a colocar los cuencos y les vamos a hornear al baño maría. Colocamos los cuencos dentro de la bandeja y echaremos agua que cubra unos tres tercios del cuenco. La idea es que al hornear no llegue a cocer la crema de forma brusca y así el agua lo suavice y se nos cocine una crema muy suave. Lo metemos en el horno durante 25 minutos.
Con los cuencos horneados los dejamos un rato reposar fuera de la bandeja. Cubrimos cada crema con azúcar y con la ayuda de un soplete quemaremos el azúcar. Tiene que quedar una capa crujiente de caramelo. Podemos meter los cuencos en el frigorífico para que se tomen fríos.
Que pintaza!