Todavía estoy de resaca de cumpleaños y no encuentro una receta mejor para hoy que esta tarta. Realmente no fue la mía sino la que preparé para una de mis peques el mes pasado. A primera vista es una tarta normalita… pero la sorpresa está en el interior ya que está rellena de un montón de lacasitos que se desbordan en el primer corte.
Acordaos de ella si tenéis que hacer una tarta para niños. La idea me parece bonita y podéis adaptarla a vuestras necesidades o preferencias: podéis hacer todos los bizcochos de chocolate, o rellenarla con crema pastelera… las posibilidades son infinitas.
Y… para mis compañeras de Thermorecetas. Gracias amigas, sois especiales.
Una tarta original que gustará mucho a los más pequeños. La sorpresa estará en el interior y la descubrirán en el primer corte: ¡un montón de lacasitos!
Ascen Jiménez
Cocina: moderna
Tipo de receta: postre
Raciones: 12
Tiempo de cocinado:
Tiempo total:
Ingredientes
Para el bizcocho blanco:
4 huevos medianos
120 g de azúcar
120 g de harina de repostería
1 pizca de sal
Para el bizcocho de chocolate:
4 huevos medianos
120 g de azúcar
20 g de cacao amargo en polvo
100 g de harina de repostería
1 pizca de sal
Para el almíbar:
130 g de azúcar
100 g de agua
El zumo de 1/2 limón
Para la nata montada:
500 g de nata para montar
1 o 2 cucharadas de leche condensada
Y además:
Mermelada de fresa
Lacasitos
Preparación
Hacemos los bizcochos:
Precalentamos el horno a 180º.
Colocamos la mariposa en las cuchillas. Ponemos los huevos y el azúcar y programamos 6 minutos, 37, velocidad 4.
Cuando acabe el tiempo volvemos a programa otros 6 minutos, velocidad 4, sin programar temperatura.
Abrimos la tapa y añadimos la harina con la sal, echándola alrededor de la mariposa. Cerramos y programamos 4 segundos, velocidad 3.
Retiramos la mariposa de las cuchillas y, con la espátula, terminamos de integrar todos los ingredientes, con cuidado.
Ponemos la masa en un molde de 22 centímetros de diámetro, engrasado con un poco de mantequilla. Horneamos durante 20 o 25 minutos, a 180º.
Dejamos que se enfríe un poco y desmoldamos. Ese mismo molde lo utilizaremos para hacer el segundo bizcocho.
Preparamos ahora la otra masa de bizcocho (la de chocolate).
Colocamos la mariposa en las cuchillas. Ponemos los huevos y el azúcar y programamos 6 minutos, 37º, velocidad 4.
Cuando acabe el tiempo volvemos a programa otros 6 minutos, velocidad 4, sin programar temperatura.
Abrimos la tapa y añadimos la harina con la sal y el cacao en polvo, siempre alrededor de la mariposa. Cerramos y programamos 4 segundos, velocidad 3.
Retiramos la mariposa de las cuchillas y, con la espátula, terminamos de integrar todos los ingredientes, con cuidado.
Ponemos la masa en un molde de 22 centímetros de diámetro, engrasado con un poco de mantequilla. Horneamos durante 20 o 25 minutos, a 180º.
Dejamos que se enfríe un poco y desmoldamos.
Cortamos los bizcochos:
Cuando estén fríos los bizcochos los cortamos por la mitad, con un cuchillo de sierra para obtener 4 planchas de bizcocho, dos blancas y dos de chocolate.
Con un aro pequeño (de los de emplatar) hacemos un agujero en el centro de tres de las planchas de bizcocho -en las dos marrones y en una blanca-. La plancha blanca a la que no haremos el agujero central será la que hará de “tapa” de la tarta, la que estará en la parte de arriba.
Hacemos el almíbar:
Veremos en el vaso el agua, el azúcar y el limón. Programamos 7 minutos, 100º, velocidad 2. Dejamos enfriar. Lavamos secamos bien el vaso.
Montamos la nata:
En el vaso bien frío colocamos la mariposa en las cuchillas. Agitamos bien el envase de nata y la ponemos en el vaso. Programamos velocidad 3 1/2. No programamos tiempo, tenemos que estar pendientes hasta que la nata haya montado.
Una vez montada, incorporamos el la leche condensada y mezclamos delicadamente con la espátula.
Ahora llega el momento de montar la tarta:
Ponemos como base una de las planchas de bizcocho de chocolate, con agujero. La bañamos con el almíbar y ponemos encima un poco de mermelada de fresa, ayudándonos con una cuchara. Sobre la mermelada ponemos una capa de nata montada.
Colocamos encima la plancha blanca que tiene el agujero. Hacemos lo mismo que con la anterior: la bañamos con un poco de almíbar, la cubrimos con mermelada y luego con nata montada.
Colocamos ahora encima la otra lámina de chocolate (también con agujero). La bañamos en almíbar, ponemos sobre ella la mermelada y la nata.
Ahora es el momento de rellenar ese agujero central con los lacasitos. Cuanto más lacasitos pongamos más aparecerán al cortar la tarta. Lo ideal es que llenemos con ellos el agujero.
Colocamos lo que será la “tapa de la tarta”, la plancha de bizcocho que nos queda por colocar y a la que no hemos hecho agujero.
Ahora decoramos la tarta con nata, extendiéndola tanto en la parte superior como en los laterales.
Cuando la vayamos a presentar la decoramos como más nos guste. En mi caso, con unas banderitas echas con papel. Pero podéis decorarla con fruta, con figuritas de azúcar… como más os guste, o mejor, como más le guste al cumpleañero.