Seguro que los más puristas encontrarán diferencias entre biscotes, biscottis, carquinyolis o rosegones como se llaman en Valencia pero para mi todo son deliciosas galletitas secas con sabor a frutos secos.
Su característica principal es que son cocidas dos veces, de ahí lo de biscottis. Primero se cuece el rollo entero y después se corta en rebanadas que vuelven otra vez al horno para su segunda cocción o tueste.
Las normal es hacerlas de almendras pero yo estoy enganchada a estas de avellana. Me encanta acompañarlas con un Pedro Ximénez aunque también sirven para acompañar un café o un chocolate caliente.
Se conservan perfectamente en una bote o caja hermética y dicen que pueden aguantar hasta 2 semanas o más. A mí, personalmente, nunca me ha hecho falta esperar tanto tiempo porque en un par de días el bote ya está vacío.
Biscottis de avellanas
Los tradicionales biscotes, carquinyolis, rosegones o biscottis de avellana son horneados dos veces, lo que le aporta una textura crujiente.
Equivalencias con TM21
Más información – Chocolate a la taza
Sé el primero en comentar